Leer para Crecer: Promoviendo la Lectura entre los Más Pequeños

Por Diana Silva

A pesar de los reconocidos beneficios de la lectura, frecuentemente encontramos dificultades para motivar a niñas y niños a leer por placer. Este desafío puede originarse en la elección de materiales no apropiados para su edad o en la presencia de distracciones durante la lectura. Sin embargo, leer no solo es esencial para el aprendizaje, sino que también contribuye al desarrollo del lenguaje, enriquece el vocabulario y mejora habilidades lingüísticas diversas. Además, la lectura estimula la creatividad y, si se realiza en compañía, puede fortalecer los lazos afectivos mientras se disfruta de un tiempo valioso juntos.

Según UNICEF, dedicar entre 10 a 15 minutos diarios a la lectura puede ser suficiente para mantener el interés de los más pequeños. Aunque en la etapa escolar los niños se enfrentan a textos principalmente académicos, es crucial inculcar un interés genuino por la lectura desde una edad temprana. Aquí algunos consejos prácticos para acercar a los niños al mundo de los libros:

1. Comenzar Desde el Nacimiento: Leer a los bebés les proporciona un excelente inicio en la vida. Los niños aprenden a hablar a través de la escucha repetitiva de palabras, y la lectura permite introducir una gran variedad de vocabulario de una manera divertida y emocionante.

2. Predicar con el Ejemplo: Es fundamental que los niños perciban la lectura como una actividad placentera. Ver a familiares disfrutando de la lectura puede inspirarles a imitar ese comportamiento.

3. Lectura Compartida y por Turnos: Leer en voz alta beneficia la memoria, el desarrollo cognitivo y la salud emocional. Comenzar con palabras simples y avanzar hacia la lectura alternada de frases, páginas o capítulos puede mejorar la comprensión lectora y mantener el interés.

4. Responder a sus Intereses: Es clave adaptarse a los cambiantes intereses de los niños. Si a un niño le fascinan los dinosaurios, buscar libros sobre este tema puede motivarlo a leer más.

5. Establecer un Ritual de Lectura: Integrar la lectura en la rutina diaria, como leer cuentos antes de dormir o durante el trayecto en transporte público, ayuda a establecer un hábito lector sólido.

6. Crear un Ambiente Propicio: Tener libros accesibles en casa y participar en actividades de lectura comunitarias, como las sesiones de cuentos en bibliotecas locales, promueve un entorno enriquecedor para el desarrollo del interés por la lectura.

Estos pasos no solo promueven el hábito de la lectura sino que también abren las puertas a un mundo de conocimiento, diversión y creatividad para niñas y niños.

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