Descubrimiento y Características del Mono sin Nariz de Birmania

Por Dayana Mendizabal

El mono sin nariz de Birmania, también conocido como el mono de hocico chato o “Potato” en honor al filántropo Jon Stryker, es una fascinante adición a la comunidad científica. Descubierto por Geissmann y colaboradores en 2010, este primate catarrino perteneciente a la familia de los cercopitécidos ha capturado la atención tanto de investigadores como de la población local en el norte de Birmania y la zona adyacente de China.

Con una población estimada de entre 260 y 330 individuos, esta especie enfrenta amenazas significativas, incluida la pérdida de su hábitat natural y la caza indiscriminada por parte de los cazadores locales, quienes lo conocen como “nwoah” o “mono con la cara vuelta hacia arriba” en dialecto local.

Lo más distintivo de este primate es, sin duda, su nariz chata, una característica física que lo diferencia notablemente de otros miembros de su familia. Con un tamaño medio de alrededor de 60 centímetros y un peso promedio de 10 kilogramos, el mono sin nariz de Birmania exhibe un pelaje oscuro, con la excepción del blanco que adorna su rostro y ciertas áreas cercanas a sus orejas y ojos, así como en sus extremidades y abdomen.

Además de su apariencia única, este primate demuestra una agilidad impresionante. Aunque suele desplazarse sobre cuatro patas, tiene la capacidad de caminar erguido cuando necesita trepar por los árboles, una habilidad que subraya su adaptabilidad y destreza en su entorno natural.

A pesar de su reciente descubrimiento, hay aspectos sobre la vida de este primate que aún se desconocen, como su método de reproducción y la duración de la gestación. Sin embargo, se ha observado que los partos tienden a ocurrir en los primeros meses del año.

En cuanto a su dieta, el mono sin nariz de Birmania muestra preferencia por una alimentación principalmente vegetariana, incluyendo hojas tiernas, frutas sin madurar, semillas y flores. Sorprendentemente, rara vez se le ve consumiendo carne o insectos.

Finalmente, es interesante destacar cómo este primate reacciona ante las inclemencias del clima. La lluvia y los fuertes vientos pueden causar que estornude debido a la corta piel alrededor de su nariz respingada. Según informes de la población local, se observa que se sienta con la cabeza entre sus rodillas durante estos eventos, probablemente como una forma de proteger su nariz de la entrada de agua y garantizar su supervivencia en su hábitat natural.

En resumen, el mono sin nariz de Birmania representa un fascinante descubrimiento que destaca la importancia de conservar y estudiar la biodiversidad en regiones poco exploradas, al tiempo que subraya la necesidad de tomar medidas para proteger a esta especie vulnerable de los peligros que enfrenta en su entorno natural.

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